Hasta la cenicienta se puede convertir en Satanás. Se ve que no le sentaban bien los zapatos de cristal con el tiempo. Los necios siempre culparán al tacón, pero pocos se fijan en la deformación del pie de la pobre princesita. Ya no apreciaba el olor a channel en su elegante vestido. Será que un olor así no puede perdurar toda la vida, o que es más fácil culpar a la fragancia. Cuando decidió mirarse en el espejo ya no quedaba nada de humanidad. Muchos dicen que sólo veían los cuernos, y esa enorme cola roja. Y supongo que es lo que queda cuando vendes tu alma al mismo diablo.
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domingo, 5 de febrero de 2012
Se ve que no le sentaban bien los zapatos de cristal con el tiempo...
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Así es. Y la podredumbre moral parece una epidemia hoy en día, desgraciadamente...
ResponderEliminarEntrada Buenisima! Me encanto! Te sigo, Saludos...
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